sábado, 18 de enero de 2025

El pensamiento de Santo Tomás de Aquino resumido para selectividad (2025) (artículo Nº 15)

De igual manera que San Agustín de Hipona cristianizó la filosofía platónica, Santo Tomás de Aquino (ni se atreva a hacer el chiste con respecto a su lugar de origen) hizo lo mismo con la filosofía aristotélica. El primero fue el pensador fundamental de la Patrística, una filosofía centrada en el cristianismo, con objeto de establecer un sistema filosófico basándose en las escrituras sagradas, de forma que así se podría defender esta religión. Mientras que el segundo viene a ser de la Escolástica, y, en términos simples, podríamos decir que es la continuación de la Patrística. Esta, se centró más en la complementación de la Teología y la Filosofía. Ambas corrientes tienen algunos puntos en común.

Antes de comenzar con este autor, repetiré la advertencia que hice con San Agustín. Evite hacer prejuicios a la filosofía de este autor por el simple hecho de ser cristiano. Trate de entenderla, y puede, por supuesto, criticarla con argumentos sólidos. Así es como se hace filosofía. Atrévase a conocer. De igual manera, puede ser interesante que revise los principales fundamentos del cristianismo, en vista de que siempre se suele dar por hecho que son conocidos, aunque hay mucho misticismo y bulos en cuanto a ello, además de varias ramas dentro de la propia religión.

Dedico así el siguiente parrafo a introducir esta religión, puesto que es innegable toda la relvancia que ha tenido, como mínimo históricamente. El cristianismo es la religión que tiene por dios a Jesús, y tiene por texto sagrado La Biblia, dividida en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Una de las creencias fundamentales de esta religión es la figura de la Santísima Trinidad. Se sostiene así que el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo comparten la esencia, y son Dios, pero se manifiestan en personas distintas. El Hijo de Dios (que técnicamente, también es Dios), vendría a ser Jesús de Nazaret, que en principio fue un personaje histórico. Esta religión nace del judaísmo, y en sus orígenes fue bastante perseguida. Pero finalmente acabó siendo establecida como religión oficial del Imperio Romano de Occidente en el 380 D.C. por Teodosio (como comentábamos en el artículo de San Agustín).

Contexto histórico e influencias

Santo Tomás de Aquino [IMG-1] es casi un milenio posterior a San Agustín de Hipona, y entre estos autores también hubo importantes filósofos del medievo, como lo fueron Boecio, San Anselmo, Abelardo, entre otros... Nació en 1224 o 1225 en una familia noble de Roccasecca, Aquino (actual Italia), y era el menor de nueve hermanos.


Pintura por Carlo Crivelli, Santo Tomás de Aquino [IMG-1]

La historia de Santo Tomás es un tanto interesante, en vista de que tuvo que rebelarse contra el deseo de sus padres de unirse a la orden benedictina, una orden religiosa. El deseo familiar se contradecía con su deseo personal, puesto que él deseaba entrar en la orden de los dominicos, a causa de la influencia que ejerció sobre Santo Tomás un reclutador de esta última orden, Juan de Wildeshausen.

Su familia trató de evitar esto por todos los medios. Incluso llegaron a secuestrarle, a encerrarle, y a disuadirle de unirse a esta orden con una prostituta, y fue él el que se negó a ello auyentándole usando un atizador incandescente. Finalmente cosigue huir de su familia con ayuda de algunas hermanas y se va a París para estudiar como alumno de San Alberto Magno, alrededor de 1245. Durante su cautivero, sin embargo, tuvo acceso a algunos títulos, y pudo aprovechar para leer (y memorizar) las Sagradas Escrituras, las Sentencias de Pedro Lombardo, además de comenzar a leer filosofía aristotélica. Más adelante, el propio Santo Tomás dará clase como maestro de Teología. Se decía que era un hombre de pocas palabras. No obstante, escribía mucho (una de sus obras más largas, la Suma Teológica, tiene más de dos millones de palabras y equivale alrededor de dos Biblias y media en extensión).

Entre 1259 y 1269, Santo Tomás se desplaza a Roma, ocupado como teólogo papal. Aún así, continuó con su larga tarea como escritor, comentando los textos de Aristóteles, filósofo con el cual conectó en gran medida. Entre 1269 y 1272, la orden dominca le envía a París con objeto de defender a dicha orden de ciertas críticas asociadas a diferentes corrientes de pensamiento y otras órdenes. Asimismo, trató de unificar el pensamiento de Aristóteles con la religión católica. Posteriormente se dirige a Nápoles con el fin de fundar su propia universidad. Finalmente, en el 1273, tras lo que él describió como una "experiencia mística", que le dejó sin capacidad de escribir durante sus últimos tres meses, muere en el Monasterio de Fosanova.

Hemos de recordar que durante todo el medievo, la Iglesia Católica consiguió una gran relevancia a causa del establecimiento del cristianismo como religión oficial del Imperio Romano, y en general por su expansión por la Europa. El modelo económico predominante fue el feudalismo, con una sociedad dividida en tres clases: laboratores, oratores y bellatores (trabajadores, clérigos y guerreros), e incluso hubo un lema, ora et labora, (reza y trabaja) que deja claro la influencia de la Iglesia.

También fueron fundamentales las universidades como centros de formación y culturización (siendo la Universidad de París una de las más prestigiosas), y las traducciones de manuscritos (como las que se realizaron en la Escuela de Traductores de Toledo) para evitar la pérdida del pensamiento antiguo, como el de Aristóteles, que fue traducido del griego al latín, de modo que Santo Tomás pudo acceder a su filosofía.

Metafísica, teología, conocimiento

Dios y el resto

Al igual que San Agustín, Santo Tomás defiende el Creacionismo, a saber, que Dios crea todo desde la nada. También defiende que no abandona la Creación. Atribuye las mismas características a Dios que San Agustín (omnipotente, omnibenevolente, omnisciente, personal...).

Partirá de una base aristotélica (teoría hilemórfica, ser en potencia y ser en acto...). No obstante, distinguirá dos formas de ser: el ser necesario y los seres contingentes. Una definición de contingencia según la RAE es algo que puede suceder o no suceder [1]. Para Santo Tomás, esto significa que, si puede no suceder, si puede no exisitr, no es necesario para la existencia del Mundo. Veamoslo con un ejemplo: si usted muriera hoy, sin duda sus seres queridos llorarían su muerte. Sin embargo, no por eso el Mundo dejará de existir.

Algo similar es lo que argumentaba Santo Tomás con la contingencia de los seres. Sin embargo, mantiene que sí hay un ser que ha de existir para que el resto pueda hacerlo: Dios. Así, si Dios nunca hubiera existido, nada de esto lo haría.

Para comprender esto es fundamental relacionar estos conceptos con la teoría hilemórfica de Aristóteles y las modificaciones que Santo Tomás incluyó. Recordemos que la teoría hilemórfica sostenía que los seres se componen por materia y forma. En el caso de los seres humanos, esta división corresponde con el cuerpo y el alma. En esta última reside nuestra esencia. Santo Tomás distingue entre existencia y esencia, relacionando la primera con la materia (permite la existencia de un ente material) y la segunda con la forma (permite el establecimiento de una esencia). 

Entonces, para Santo Tomás, todas las esencias posibles (todas las definiciones) existen en potencia, en la mente divina, pero solo algunas lo hacen en acto. Por ejemplo, usted y yo existimos en acto, por tanto, nuestra esencia en potencia ha permitido nuesta existencia en acto gracias al nacimiento. Este filósofo defiende que, para los seres contingentes, su esencia no implica su existencia. Com hemos visto antes, no es necesario que usted y yo existamos para que continúe la vida en el Universo. Ahora bien, como posiblemente esté pudiendo intuir, hay una esencia que sí implica su existencia, y es la de Dios, en vista de que es necesaria para la creación del Universo.

Jerarquía de seres

Este filósofo también establece una jerarquía de seres, en función de su grado de perfección con respecto a Dios [IMG-2]:


[IMG-2]

Como no podría ser de otra manera, Dios ocupa el primer lugar de la jerarquía, por ser el ser más perfecto que existe (no hay nada más perfecto que Dios según este filósofo), además de ser el Creador. Entre los seres humanos y Dios, introduce a los ángeles, en vista de que por su propia esencia no pueden traicionar a Dios, no pueden pecar, mientras que los seres humanos, por el asunto del libre albedrío tratado en San Agustín, sí podemos pecar.

En los últimos tres escalones se encuentran los animales, las plantas, y los seres inanimados, en orden descendete. Los animales por no tener la capacidad de raciocinio, las plantas por no tener la facultad sensitiva, y los seres inanimados por no tener ninguna de las tres facultades (vegetativa, sensitiva, y racional), que discutiremos en la sección de antropología. Cuanto más se desciende en la pirámide, menos perfectos son los seres. Así, podríamos afirmar que Santo Tomás usa a Dios como "barómetro", o para comparar la perfección de los seres. Más similitud con Dios implica más perfección para Santo Tomás.

Demostración de la existencia de Dios: las cinco vías

A diferencia de San Agustín, este filósofo sí trató de demostrar la existencia de Dios de una manera sistemática. Defiende que no se nos hace evidente la existencia de Dios mediante la razón, y por tanto, ha de ser demostrada; aunque sostiene que sí es evidente en sí misma (cuando se demuestra por la fe).

Así, está criticando el Argumento Ontológico de San Anselmo, que argumentaba que, por el simple hecho de ser Dios, por definición, el ser más perfecto, y como su esencia implica su existencia, no es necesaria ninguna demostración más para argumentar la existencia de Dios. Ahora bien, mientras que Santo Tomás comparte que es Dios el ser más perfecto, y que necesariamente ha de existir; no resuelve en que no es necesaria ninguna demostración más, en vista de que para la razón no es evidente.

El Argumento Ontológico de San Anselmo es un argumento deductivo, o, como diría Santo Tomás, un argumento a priori, con el cual, conociendo la causa se infiere el efecto. No obstante, la discrepancia de Santo Tomás con San Anselmo surge porque el primero afirmó que la existencia de Dios sólo se puede demostrar con un método inductivo, o un método a posteriori, ya que conocemos la consecuencia (la existencia de la Creación) y no podemos acceder a la causa (Dios) mediante la razón de manera directa.

En vista de todo lo anterior, Santo Tomás no propone uno sino cinco argumentos, cinco vías, para argumentar la existencia de Dios. Todos responden a la misma estuctura inductiva: en primer lugar se evidencia una característica de la realidad o un fenómeno, y se establece como punto de partida. Como segundo paso se aplicará el principio de causalidad, para explicar el fenómeno como consecuencia. En penúltimo lugar se negará la posibilidad de que exista una regresión infinita de causas, y finalmente se establcerá a Dios como la causa del fenómeno

Esto se entiende mejor viendo, directamente, las cinco vías:

I. DEL MOVIMIENTO: En el Mundo hay movimiento, y todo movimiento es causado por otro ser que estaba en movimiento. Como no puede existir una regresión infinita de causas, la causa que buscamos es Dios. Esta vía es prácticamente la misma que el argumento de Aristóteles para justificar la existencia del Primer Motor Inmóvil

II. DE LA CAUSALIDAD: Ningún ser se puede causar a sí mismo (recuerde la causa eficiente de Aristóteles, y la Teoría de las Cuatro Causas). De modo que para cada ser ha de existir una causa, y como no puede existir una regresión infinita Dios es la primera causa.

III. DE LA CONTINGENCIA: Todos los seres observables son contingentes. Pero, si todos los seres son contingentes, no habría ningún ser del cual dependa la existencia, un ser necesario. Además, los seres contingentes tenemos la posibilidad de no existir, y por tanto debió haber un momento en el cual no existió nada, de modo que ha de existir un ser necesario que creó a los seres contingentes.

IV. DE LA PERFECCIÓN: Todos los seres observables somos imperfectos, tenemos cualidades mejores y peores. Así, todos los seres han de participar de un ser superior, algo que sea perfecto en todas sus cualidades. Entonces, ese ser es Dios, que es acto puro (no puede ser más perfecto, todas sus potencias lo son en acto)

V. DEL ORDEN DEL UNIVERSO: Esta última vía se asemeja al argumento del ajuste fino (fine tuning, en inglés). Parte de la premisa de que existe un orden en la Creación, el cual no ha podido ser posible por azar, si no que ha de responder a un plan. Así, Dios creó el Universo de manera ordenada.

Cada uno de estos argumentos demuestra la existencia de un ser con características específicas (un Primer Motor, una primera causa, un ser necesario, un ser perfectísimo, y una inteligencia ordenadora). Santo Tomás afirmará que sólo un ser cumple con todo esto: Dios.


[IMG-3] (Haga clic en la imagen para verla a pantalla completa)

Razón y Fe

El punto de vista de Santo Tomás con respecto a la relación entre Razón y Fe es relativamente similar al de San Agustín. Ambos estarían de acuerdo en que han de complementarse, pero Santo Tomás no afirmará que ante una contradicción la Filosofía tenga que someterse a la Teología en todos los casos.

Parte de la premisa de que existe una única verdad, negando así la teoría de la "doble verdad" propuesta por el averroísmo latino. Sin embargo, sostendrá que para conocer la única verdad puede haber diferentes caminos. Aún así, mantendrá que la Razón y la Fe tienen sus propios "campos de estudio", pero el punto es que estos campos de estudio pueden coincidir en ciertas zonas. Por ejemplo, en el estudio de Dios, Santo Tomás verá la Filosofía como sierva de la Teología.

En cualquier caso, no se ha de llegar nunca a una contradicción entre Filosofía y Teología, en vista de que ambos son métodos válidos para conocer.

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Abstracción

Santo Tomás plantea un modelo de abstracción prácticamente igual al de Aristóteles. Se parte de la percepción sensible para posteriormente crear una imagen mental mediante la imaginación que es almacenada en la memoria. Finalmente, se podrá comprender el concepto universal mediante el entendimiento agente. El entendimiento paciente o posible sirve para aplicar este concepto universal a casos concretos para poder hacer juicios.

Antropología

Santo Tomás coincide con Aristóteles en lo que respecta a la teoría hilemórfica, como comentábamos anteriormente. Así, el ser humano está compuesto por cuerpo y alma, siendo esta última fundamental a la hora de controlar los impulsos corpóreos. Gracias a que el alma está proveída de la facultad racional, exclusiva de los seres humanos, además de la facultad sensitiva, propia de los animales y los humanos, que permite la sensación, que a su vez permite el contacto con la realidad; y la facultad vegetativa, en posesión de todos los seres vivos, en vista de que realiza las funciones vitales del ser, además de posibilitar el crecimiento.

También comparte que el alma y cuerpo componen una unión sustancial, a diferencia de la unión accidental en Platón. Este último filósofo argumentaba que la unión de alma y cuerpo surge de manera casual, en la cual el alma es prisionera en el cuerpo. San Agustín de Hipona y Platón defendieron esta postura, mientras que Santo Tomás de Aquino y Aristóteles defendían que la unión sustancial era necesaria para que pudiera darse la vida.

Tras la muerte

Ahora bien, si es usted observador quizás se haya planteado una cuestión: ¿Si la unión de cuerpo y alma es sustancial, cómo es que existe la vida después de la muerte (teología escatológica) según Santo Tomás y el dogma cristiano? La unión accidental podía explicar esto, en vista de que el alma continuaría existiendo tras la muerte corpórea. Pero a priori, parece que la union sustancial carece de una explicación; además de que Aristóteles no cuestionó qué sucede después de la muerte. Entonces, Santo Tomás afirmará lo siguiente:

El alma, al ser inmaterial no está sometida al tiempo. Luego en el "periodo" en el cual el alma está separada del cuerpo, esta primera es juzgada por Dios, y tras la resurrección de los muertos se volverá a crear esta unión sustancial, aunque con algunos cambios. Sin duda, no se tratará del mismo modo de existencia, en vista de que nuestro cuerpo será distinto. Se tratará del cuerpo glorioso, de forma que en vez de estar el alma condicionada por el cuerpo, el cuerpo glorioso estará condicionado por el alma.

Ética y política

El propósito y el mal

Santo Tomás defiende que el bien es el objetivo de todo esfuerzo, además de que todo lo que existe tiene un propósito (teleología aristotélica). El fin del ser humano es encontrar la felicidad, la cual sólo se alcanza de manera plena en la otra vida, con la contemplación beatífica de Dios.

Explicará el mal de manera similar a San Agustín, definiendo el mal como ausencia de bien, y justificando así también el problema del mal que surge del libre albedrío. Entonces, para explicar que hay gente que hace el mal o desea el mal, dirá que ellos creen que está bien, afirmando así el intelectualismo moral de Sócrates (para hacer el bien es necesario conocer el bien).

Ley natural y autorrealización

Es importante introducir el concepto de ley eterna, que vendría a ser la que regula la Naturaleza. Este orden se mantiene con la ley física y la ley natural, siendo esta última la relativa al orden en los seres humanos. Esta ley natural consta de tres preceptos fundamentados en un único objetivo: el desarrollo de la esencia humana realizando el bien y evitando el mal. O, en otras palabras, la autorrealización del individuo, mediante el desarrollo de las tres facultades humanas:

I. FACULTAD VEGETATIVA: Conservación de la vida.

II. FACULTAD SENSITIVA: Procreación, educación de los hijos.

III. FACULTAD RACIONAL: Búsqueda de la verdad y respeto de la justicia social.

Según Santo Tomás, estos tres preceptos son evidentes, universales, e inmutables para el ser humano. La capacidad que nos permite conocer y cumplir con la ley natural se denomina sindéresis, y consiste en la capacidad de usar la razón, evitando caer en los vicios naturales. Además, mediante la conciencia se pueden establcer unos preceptos secundarios, adaptados a las condiciones concretas de cada individuo.

Para alcanzar la sindéresis Santo Tomás recurrirá a las virtudes según Aristóteles, a saber, las virtudes éticas y las intelectuales o  dianoéticas. Las primeras son las relativas al hábito y al trato con los demás, en las cuales se ha de buscar un término medio entre dos extremos viciosos (por defecto y por exceso). Las segundas son las relativas al intelecto y al pensamiento, donde se debe buscar el máximo desarrollo posible.

Política, leyes positivas y formas de gobierno

Santo Tomás defiende que el desarrollo completo del ser humano o su autorrealización sólo es posible dentro de una sociedad, en vista de que efectivamente somos seres sociales. Por ello, el fin del estado es el de garantizar el bien común, a través de las leyes positivas, que son leyes creadas por el ser humano para posibilitar el orden. Aunque Santo Tomás va más allá, afirmando que estas leyes deben basarse en los preceptos de la ley natural, para permitir la autorrealización del individuo. Incluso defenderá que, si la ley positiva no se basa en la ley natural, existe el derecho a desobedecerla (aquí podemos ver cómo aboga por un objetivismo moral, al igual que Sócrates). 

Este filósofo optará por las mismas formas de gobierno que Aristóteles: monaraquía (gobierno de uno solo), aristrocracia (gobierno de un grupo), y democracia (gobierno de la mayoría); frente a sus versiones corruptas (tiranía, oligarquía y demagogia; respectivamente). El gobierno será mejor o peor en función de cuánto respete la ley natural mediante el establecimiento de leyes positivas.

Papel de la Iglesia

Por último, argumentará que la Iglesia tendrá un papel fundamental para ocuparse de las cuestiones espirituales, una organización que guíe a las personas a su autorrealización y que incorpore esta religión a la educación. Como el bienestar espiritual es prioritario al bienestar corpóreo, este autor defenderá la subordinación del gobierno y las administraciones a la Iglesia, lejos de una postura laica.

Conclusión

Santo Tomás de Aquino fue, sin lugar a dudas, uno de los filósofos más relevantes de toda la historia, partiendo además de una base aristotélica; y con una apasionante biografía. Su filosofía ha influenciado a muchos otros autores, y estableció un orden filosófico trascendental dentro de la Iglesia.

Junto a San Agustín de Hipona, Santo Tomás es una de las 37 personas que ha recibido el título de Doctor de la Iglesia, indicando su nivel de erudición y sus aportaciones a esta religión. Existe una corriente posterior denominada neotomismo que ha dado una nueva intepretación de las bases establecidas por Santo Tomás. No obstante, la obra tomista ha sido objeto de muchas críticas y discusiones, especialmente en los asuntos relativos a la existencia de Dios (como por ejemplo David Hume con el esceptisicmo) y la relación entre Razón y Fe, dos cuestiones muy discutidas a lo largo de la historia de la Humanidad (incluso a día de hoy).

En el caso de este autor puede ser algo más complejo realizar una lectura de sus escritos, en vista de que son muy extensos, aunque tiene también tratados más cortos, como De ente et essentia (Sobre el ser y la esencia) o Expositio super Credo (Exposición sobre el Credo) [2], [3], [4].

Publicado por: Rubén Cardenal Hernández (originalmente publicado como Rubén C.) el 18 de enero de 2025 a las 2:02 P.M. 

Bibliografía:
[1]: RAE: https://dle.rae.es/contingencia
[2]: Obra de Santo Tomás en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes: https://www.cervantesvirtual.com/obras/autor/tomas-de-aquino-santo-1224-1274-31892
[3]: De ente et essentia, traducido al español - Edizioni Santa Croce: https://www.edizionisantacroce.it/catalogo/teologia/altre-pubblicazioni/352-de-ente-et-essentia.html
[4]: El Credo: exposición del Símbolo de los Apóstoles - Internet Archive: https://ia601708.us.archive.org/13/items/el-gobierno-monarquico-santo-tomas-de-aquino/El%20Credo%20-%20Santo%20Tom%C3%A1s%20de%20Aquino%20%283%29.pdf

Bibliografía no citada en texto:
[N-1]: Web Dianoia: https://www.webdianoia.com/medieval/aquinate/aquino_filo.htm
[N-2]: Apuntes de La Lechuza de Minerva: https://lalechuzademinerva.es/historia-de-la-filosofia/
[N-3]: Clases de Hª de la Filosofía de 2º de Bachillerato en mi instituto público, Madrid.
[N-4]: A. C. Grayling, Historia de la Filosofía, Ariel (edición de febrero de 2022), Capítulo de Santo Tomás de Aquino (ISBN 9788434433809)
[N-5]: Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Tom%C3%A1s_de_Aquino
[N-6]: Platonto: las 5 vías: https://www.youtube.com/watch?v=WNtaOOdTgOQ
[N-7]: Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Doctor_de_la_Iglesia

Imágenes:
[IMG-1]: Dominio público, Wikimedia Commons, https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e3/St-thomas-aquinas.jpg
[IMG-2], [IMG-3], [IMG-4]: Elaboración propia con Microsoft PowerPoint, licenciado con CC BY 4.0. (Creative Commons), por Rubén C.

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