De momento y por desgracia, me veo obligado a posponer el artículo del gran pensador, filósofo, y mártir intelectual Sócrates, pues voy a realizar una serie de artículos que resuman el pensamiento de los autores que entran en el próximo examen de selectividad (PAU), con el fin de ayudar a las almas en pena que estén cursando 2º de Bachillerato este año, yo incluido. También haré artículos relativos a la selectividad en sí misma.
Advierto que, también por desgracia, en estos artículos trataré de no profundizar demasiado en la filosofía de cada autor, al no haber tiempo material para ello, centrándome así en los ámbitos más relevantes para selectividad.
Aristóteles: contexto e influencias
Sin más dilación. Aristóteles [IMG-1] fue un filósofo griego, discípulo de Platón (384 A.C. - 322 A.C.), aunque se mostró bastante crítico ante su Teoría de las Ideas. Si bien Platón fue un filósofo principalmente racionalista, con un imprescindible fundamento en la razón, la filosofía aristotélica es más empirista, aportando un mayor valor a la praxis (práctica), la experiencia, y la evidencia científica. Fue alumno en la Academia. Tanto Platón como Sócrates ejercieron una influencia en él. Muchos afirman que, sin Sócrates, ni Platón ni Aristóteles hubieran llegado a ser lo que fueron.
Pese a ser Aristóteles un gran discípulo y amigo de Platón, no fue nombrado director de La Academia tras la muerte de este en 347 A.C. Se fue a enseñar a una sede de La Academia en la ciudad de Aso junto a su compañero Jenócrates, donde se caso con Pitia. Posteriormente se traslada a Lesbos, con objeto de seguir allí con sus estudios de biología marina. Más adelante, en el 343 A.C. se muda a Pella, donde hará de tutor del mismísimo Alejandro Magno.
Años después, habiendo fundado Aristóteles su propia escuela en Atenas, el Liceo, Alejandro Magno (bastante contrario a la filosofía de su tutor) pensó que Aristóteles estaba conspirando contra él, de forma que el filósofo fue acusado, de una manera muy similar a como ocurrió con Sócrates. Por suerte, Aristóteles prefirió que "no se pecara dos veces contra la Filosofía" y huyó a Calcis, localidad donde finalmente fallecerá.
Si recuerda La Escuela de Atenas de Rafael Sanzio que comentábamos en el artículo de Platón [IMG-2], puede observar que en el centro aparecen representados Platón y Aristóteles. El primero aparece con un dedo levantado, haciendo alusión a su Mundo de las Ideas (racionalismo), mientras que Aristóteles aparece con la mano extendida, recordando a Platón el mundo real en el que viven (empirismo).
Los escritos de Aristóteles fueron ordenados por Andrónico de Rodas, aunque, por desgracia, no se han conservado todas las obras que él escribió. Algunos de los escritos que se conservaron son apuntes para dar clase, puesto que la Filosofía era una actividad oral.
Metafísica
Aristóteles hablaba de la Physis, la realidad física, en la cual se encontraban la esencia de las mismas cosas. Para Platón, la esencia de las cosas provenía de la idea, situada en el Mundo Inteligible, mientras que para Aristóteles, la esencia de las cosas se encontraba en ellas mismas, en la Physis. Entre sus obras se encuentran la Física y la Metafísica, la primera explicando la realidad (por ejemplo, Aristóteles argumentaba que debían existir cuatro elementos como arjé en La Tierra (véase la sección de cosmología): agua, aire, fuego y tierra), mientras que la segunda explicaba el fundamento de la realidad, aquello que lo hace real. No obstante, esto no es lo mismo que el dualismo ontológico que presentaba Platón con el Mundo Sensible y el Mundo Inteligible.
Aristóteles presenta tres conceptos importantes en su Metafísica:
El primero corresponde a la sustancia. Esta viene a ser algo muy similar a la esencia, aunque no es exactamente lo mismo. La esencia será aquello que define la naturaleza de un ente, mientras que la sustancia incluye las características más concretas del individuo. Además, Aristóteles diferenciaba entre la sustancia primera y la sustancia segunda, siendo la primera la relativa a los seres individuales; mientras que la segunda corresponde a la categoría del ser universal al que pertenece. Por ejemplo, yo soy Rubén (sustancia primera), pero también soy un ser humano (sustancia segunda). Es importante diferenciar la sustancia segunda de la esencia, pues esta última viene a ser aquello que define, no aquello que es (no es exactamente lo mismo describir algo con su definición (soy un animal racional) que con su concepto (soy un ser humano)).
Además, Aristóteles dividía la sustancia primera en materia y forma (esto adquirirá otro significado dentro de antropología, siendo la materia el cuerpo y la forma el alma). La materia es el material con el cual está hecho un ente, mientras que la forma viene a ser la esencia, aquello que le da un orden. Materia y forma componen la unión sustancial, una unión necesaria para existir, a diferencia de la unión casual/accidental en Platón (recuerde el cuerpo como cárcel del alma en Platón). A esta idea de que los seres estamos compuestos por materia y forma se la denomina hilemorfismo.
Aristóteles también habla de las categorías o accidentes de los entes. Mientras que la sustancia puede ser por sí misma, los accidentes necesitan ser dentro de un ente. Son características verdaderas del ente, aunque no es lo único necesario para conocer con verdad a este. Veamos un ejemplo:
Las categorías aristotélicas son las siguientes: sustancia (puede ser por sí misma, es la primera categoría), cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, , estado/situación, posesión, acción y pasión (estas últimas necesitan existir dentro de otro ser). Cualquier cosa que se pueda decir de un sujeto se podrá clasificar en alguna de estas categorías. Tomemos, por ejemplo, a mi persona al momento de escribir esto:
Nótese así que ninguno de los accidentes puede ser por sí mismo. Yo estoy escribiendo, pero ese escribiendo ha de referirse necesariamente a un sujeto, a la sustancia primera.
El segundo concepto importante en Aristóteles es la diferenciación entre ser en potencia y ser en acto. Las potencias corresponden a todas aquellas posibilidades que podrían llegar a darse con respecto a un ente, mientras que el acto es todo aquello que es realmente dicho ente. Por ejemplo, una de mis potencias es llegar a ser un estudiante universitario, mientras que en acto soy un estudiante de 2º de Bachillerato. Entonces, nótese que las potencias no tienen por qué llegar a ser reales, a convertirse en acto; en vista de que no dejan de ser una posibilidad. Así, Aristóteles hablaba de la teleología, el estudio de la finalidad de las cosas (no sea confundida con la teología, el estudio de Dios).
De forma que con esta teleología podemos explicar el último de los conceptos fundamentales de la metafísica de este autor: las cuatro causas. Este autor afirma que todo ente está sujeto a cuatro causas que condicionan su existencia, siendo estas las siguientes:
I. Causa material: todo ente está compuesto por materia, sin la cual no podría existir. Por ejemplo, usted tiene un cuerpo sin el cual no podría vivir.
II. Causa formal: todo ente tiene una esencia, que determina exactamente lo que es. Así, usted también tiene una esencia que le diferencia del resto de personas.
Estas dos causas componen lo que sería la teoría hilemórfica que comentábamos anteriormente, y a la cual nos referiremos nuevamente en la sección de antropología.
III. Causa eficiente: todo ente comenzó a existir por una razón. En su caso, puede atribuir esta causa a sus padres.
IV. Causa final: todo ente tiene una finalidad (recuerde la teleología). Aquí, hablaríamos de un proyecto de vida personal, en el caso de los seres humanos. La autorrealización del individuo.
Dios: el Primer motor inmóvil
Entonces, Aristóteles notó que si todo ha de tener una causa, debe haber alguna causa que haya sido incausada. La primera causa. En vista de que no puede existir una regresión infinita de causas. Si el suceso A es causado por el B, y este por el C, y este por el D, etcétera; debe haber en algún momento un suceso que se haya causado a sí mismo, el que inició todos los demás.
Así, creó el concepto del Primer motor inmóvil, aquello que originó todo el movimiento en el Universo. Este Primer motor será perfecto, y todas sus potencias estarán actualizadas. En otras palabras, es acto puro, es todo lo que podría ser. De forma que únicamente piensa en lo más perfecto que hay: se piensa a sí mismo. Nos referiremos a este Primer motor en la sección de cosmología y en ética.
Cosmología
Ahora, este Primer motor, esta divinidad, causó todo el movimiento en el Universo. Aristóteles presentó un modelo geocéntrico, dividido en dos principales zonas: el mundo sublunar y el supralunar. En el primero (La Tierra) existía el movimiento y los cuatro elementos que comentábamos al principio del artículo como arjé. Sin embargo, en el mundo supralunar (más allá de La Tierra) sólo existe un tipo de movimiento: el circular, el cual Aristóteles lo considera como perfecto. Además, en este mundo sólo existe un arjé, el éter, un material incorruptible.
Este autor hablaba de unas 55 esferas, habiéndose basado en el modelo de Eudoxo de CNIDO y Calipo que contenía unas 33 esferas originalmente. Aristóteles incuyó 22 esferas que girarían en sentido contrario. Más allá de la última esfera no hay nada, y esta envuelve a todo el sistema solar, la cual contiene además las estrellas pegadas fijas en ella. De forma que el Primer motor mueve directamente esta última esfera, y el movimiento se va transmitiendo hasta la esfera central, La Tierra.
Lógica y Epistemología
Hay quién opina que los filósofos empiristas no podrán llegar al conocimiento verdadero por "desconfiar completamente de la razón". Pues, o bien Aristóteles es una excepción, o bien estos prejuicios no son correctos; en vista de que Aristóteles es considerado el fundador de la Lógica y de las ciencias como tal. Como ya hemos visto cuando tratábamos los accidentes, las categorías aristotélicas, quizá haya podido deducir que a este autor le gustaba poner orden.
Este autor es considerado el fundador de la Lógica y del orden en las Ciencias. La Lógica, brevemente hablando, estudia la validez de las proposiciones y de la argumentación. En resumen, una proposición es una explicación de la realidad, y puede ser verdadera o falsa. Por ejemplo, "está lloviendo" es una proposición. Se le atribuye la formulación de los tres principios fundamentales de la Lógica.
I. Principio de identidad: las cosas son idénticas a sí mismas. El acto de llover es idéntico a sí mismo.
II. Principio de no contradicción: Es imposible que una proposición sea verdadera y falsa en el mismo momento del tiempo y en el mismo sentido. Formalmente es imposible que llueva y no llueva en el mismo lugar a la vez (y no se atreva a poner el ejemplo del arco iris, pues que se de este fenómeno no implica que deje de llover).
III. Principio del tercer excluído: Con respecto a una preposición y su negación, no puede existir una tercera posibilidad. O llueve, o no llueve. Puede llover menos o más, pero llueve.
Estos principios son fundamentales para comprender la realidad. Así, la Lógica estudiará la validez de las preposiciones basándose en estos tres principios irrefutables.
Por otra parte, en cuanto a Epistemología, para poder conocer, Aristóteles explicó el proceso de abstracción, por el cual podemos comprender el mundo exterior. Nace del método inductivo, que recordemos que es en el cual se parte de un caso particular para averiguar el principio universal. En este caso, partimos de la información que nos aportan de los sentidos. A continuación, mediante la imaginación se crea una imagen mental, imagen que es almacenada en la memoria y comprendida por el entendimiento agente. De forma que cuando usted vea un libro por ver primera, se dará este proceso y extraerá el concepto de libro. Usted será capaz de reconocer y valorar otro libro gracias al entendimiento paciente.
Nótese cómo ha negado así la Teoría de las Ideas de Platón. Recordemos que este último afirmaba que el verdadero conocimiento proviene del interior, gracias al proceso de la Reminiscencia. Aristóteles afirmó así que el conocimiento proviene originalmente de los sentidos.
Como curiosidad, cabe añadir que este autor presentó un alto interés en la Biología, y realizó una clasificación extensa de los seres vivos (parte de la cual trataremos en la sección de antropología con los correspondientes tipos de almas). Esta clasificación pudo haber sentado las bases de la compleja taxonomía, vigente actualmente en esta ciencia.
Antropología
Como explicábamos anteriormente, Aristóteles formuló la teoría hilemórfica, que afirmaba que los seres humanos estamos compuestos por materia (cuerpo) y forma (alma, esencia). Además, también comentábamos que esta unión era sustancial, a saber, que es necesaria para que ambas cosas sigan existiendo. Platón pensaba que el alma continuaba viviendo tras la muerte corporal, de forma que esta unión no era sustancial sino accidental (el alma no necesita realmente el cuerpo, según Platón). Sin embargo, Aristóteles también difiere de la inmortalidad y la preexistencia del alma.
De manera similar a como lo hizo Platón, Aristóteles consideró tres facultades dentro del alma humana (Platón hablaba de tres almas): la vegetativa, la sensitiva y la intelectiva, de forma que la primera la tienen todos los seres vivos, la segunda sería exclusiva de los animales, y la última es característica de los seres racionales, los humanos. La facutad vegetativa es la que permite realizar las funciones vitales, por tanto es necesaria en todos los seres vivos. La sensitiva permite el tener sentimientos, luego sera propia de los animales. Y la intelectiva posibilita el raciocinio, entonces será necesaria en seres humanos (por lo menos en algunos).
Ética y Política
En último lugar, trataremos la política y ética de este autor que, de manera similar en Platón y en filósofos posteriores, están vinculadas. La ética de Aristóteles es una ética eudemonista, a saber, que establece la felicidad como el fundamento de la moral. Este autor entendió la felicidad como el desarrollo del conocimiento, llegando así a la vida contemplativa, puesto que la facultad intelectiva es propia del ser humano.
Aristóteles distingue entre dos tipos de virtudes necesarias para alcanzar esta felicidad: las virtudes éticas y las dianoéticas:
Las primeras son las relativas a los hábitos, las rutinas, las necesidades corpóreas del ser humano. Con respecto a estas, Aristóteles defiende que la virtud se encuentra en el término medio entre dos extremos viciosos, uno por defecto y otro por exceso. Por ejemplo, para poder enfrentarse a los desafíos de la vida o incluso a algunas actividades cotidianas se requiere valentía. Un defecto de la valentía se traduce en cobardía, de forma que, por culpa del miedo (no arriesga nada), no podrá vivir como es debido. Sin embargo, el extremo por exceso, la temeridad, es igual de peligroso, poniendo en riesgo la vida o recursos para poder vivir como es debido. Entonces, el término medio reside en la valentía, arriesgando lo necesario para poder continuar.
Matemáticamente hablando, el término medio entre dos extremos será equidistante de dichos extremos (es decir, estará justamente en la mitad), así como 5 es el término medio entre 0 y 10 (siempre que se mida en una escala decimal). No obstante, Aristóteles argumenta que cada individuo tendrá que encontrar su término medio ideal con respecto a cada una de las virtudes. En función de la vida que se quiera llevar (es decir, en función del individuo), habrá que establecer un punto medio u otro. Si todos comiéramos la misma cantidad de comida, la mayoría de personas no estarían conformes y sufrirían a largo plazo. De igual manera que la alimentación depende del físico, el punto medio depende del sujeto y su vida.
En segundo lugar están las virtudes dianoéticas, que son las relativas a la sabiduría y el conocimiento. Aquí, Aristóteles defiende que estas virtudes no se encuentran el el término medio si no en la perfección, en la adquisición continua de saber. Así, se desarrollará el máximo potencial de la persona. Dividirá entonces el conocimiento teórico (ciencia, intelecto y sabiduría) y el conocimiento práctico (arte y prudencia).
Sin embargo, Aristóteles advierte que, por el simple hecho de ser seres humanos, nunca podremos ser completamente felices, en vista de que tenemos que satisfacer las necesidades de nuestro cuerpo (de ahí la necesidad de establecer el punto medio para las necesidades corpóreas, para evitar un desequilibrio que impida el desarrollo de las virtudes dianoéticas). Así, este autor concibe la felicidad absoluta como el pensamiento constante, el cual es exclusivo del Primer motor, como explicábamos en el epígrafe con respecto a Dios.
En último lugar, este autor argumentaba que el desarrollo humano completo, y por tanto el alcanzamiento de la felicidad, sólo se podrá dar dentro de una sociedad; en vista de que el ser humano es un ser social por naturaleza (zoon politikón, animal político). Por tanto, la sociedad es necesaria y el fin del estado debe ser precisamente este, la autorrealización de sus ciudadanos.
Contemplaba tres formas de gobierno justas en función de la cantidad de personas en el poder: la monarquía, si hay un único monarca, y su forma corrupta será la tiranía; la aristocracia, el gobierno de un grupo, frente a la oligarquía; y la democracia, el gobierno de la mayoría en contraposición a la demagogia, su forma corrupta. Aristóteles expresó su preferencia por ciudades pequeñas, de modo que la democracia fuera de caracter directo.
Finalmente, podemos añadir que este autor no presentó una visión muy positiva de la mujer, argumentando que en la reproducción el hombre es la parte activa y la mujer la parte pasiva. Se suele utilizar la metáfora de que el hombre es quién planta la semilla en la tierra (la mujer). O que la mujer es la materia y el hombre la forma (hilemorfismo). Este filósofo también justificó la esclavitud, basándose en que hay humanos que por naturaleza son infeiores a otros, luego no tendrán autonomía para tomar decisiones.
Conclusión
Aristóteles es, sin lugar a dudas, uno de los filósofos más importantes de toda la historia de la Humanidad, habiendo fundado la Lógica como ciencia, y en general estableciendo un orden, a día de hoy vigente, con respecto a las Ciencias, del cual no hemos de olvidarnos (la Filosofía como tal permitió el desarrollo de las Ciencias, contrariamente a como se piensa hoy en día). Pese a que parte de la obra de este autor se perdió, se ha podido llegar a su pensamiento, esencial para entender la filosofía posterior. Es, entonces, muy interesante el estudio de su obra.
Sócrates, Platón y Aristóteles son considerados así como los tres grandes sabios de Atenas.
La filosofía de este autor será claramente influyente en Santo Tomás de Aquino, autor que trataremos próximamente, quién apodó a Aristóteles como "el filósofo".
Publicado por: Rubén Cardenal Hernández (originalmente publicado como Rubén C.) el 27 de diciembre de 2024 a las 11:24 P.M.
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